lunes, 12 de septiembre de 2011

Carta


Anoche soñé que Correos me devolvía la última carta que envié, esa que aún no tiene respuesta. Puede que la única respuesta posible sea el silencio. Y en mi propio silencio intento no buscar, no quiero saber si sigo siendo yo, si sigues siendo tú. Es posible sumar el pasado al presente, asimilándolo, dejando atrás lo innecesario, lo inaccesible, lo que duele. Pero hay huellas que se niegan a desaparecer, que sobreviven a base de recuerdos y tozudez... Por eso te saco de mi cabeza mientras suena un blues al que dejo lamer esas dos o tres heridas, ni grandes ni pequeñas, indecisas, que hacen que llore cuando debería reír y viceversa...

Me callo, doy otra calada, vuelvo a sacudirte fuera, muy lejos de mi cabeza.
Es lo mejor cuando no hay respuestas, porque cuando se me pasa la tristeza, a veces no me quedan ni las ganas.