lunes, 14 de diciembre de 2015

Ruta del Cares


Ruta del Cares, Asturias. Doce de diciembre de dos mil quince.
Aunque camino sea duro e incluso doloroso, si la compañía es tan buena como esta, los buenos recuerdos están asegurados. Y alguna que otra agujeta... La altura del desfiladero del Cares me hizo más de una vez un nudo en el estómago, pero fue divertido encontrarle formas conocidas a las rocas, como la del Rey León (o un mono), y que en el descenso algunos cantaran y de alguna manera eso nos ayudara a no perdernos "de vista" los unos de los otros en la oscuridad. Las estrellas desde allí, sorpresa, la mismísima Vía Láctea en aquel cielo negro. El panettone sobrante de la cena del día anterior esperando en el coche nuestro regreso, un buen premio. Saciamos el resto de nuestra hambre lobuna en la Bodega Anchón (Gijón), un chigre muy recomendable. 
Deseando volver a la montaña.