Mis labios saben a laberinto engañoso. Ni Teseo. Ni Minotauro. Ni Ariadna. Solo alas de cera y una maraña de hilos desenhebrados. Cuando me voy a casa sin tu sonrisa...
viernes, 28 de enero de 2011
Sinsentidos y laberintos
Mis labios saben a sangre y a sinsentido, a niña que estrena zapatos y sin parar se mira los pies, cuando sonríes sin darte ni cuenta, como acto reflejo de un latido. Breve. Decisivo.
Mis labios saben a laberinto engañoso. Ni Teseo. Ni Minotauro. Ni Ariadna. Solo alas de cera y una maraña de hilos desenhebrados. Cuando me voy a casa sin tu sonrisa...
Mis labios saben a laberinto engañoso. Ni Teseo. Ni Minotauro. Ni Ariadna. Solo alas de cera y una maraña de hilos desenhebrados. Cuando me voy a casa sin tu sonrisa...
sábado, 22 de enero de 2011
Nostalgia
Alguien me dijo una vez que para ser un buen traductor hay que ser también poeta. Solo sé que es un ejercicio mental complejo incluso cuando eres bilingüe, y que requiere que sientas las palabras de una manera más especial y profunda. Pero eso no garantiza una buena traducción. Hay que dominar ese vasto universo de las palabras para encontrar la expresión perfecta de un sentimiento sin perder nada por el camino, ganando cada vez un matiz diferente o una nueva perspectiva. Creo que es un poco como caminar por el callejón de los espejos de Max. Quiero hacerlo porque así mejoraré mi propia poesía. Quiero hacerlo porque la poesía de otros expresará mis propios sentimientos y traducirá mis emociones.
Hasta aquí la teoría...Ahora mi humilde intento de traducción de unos versos de un poeta turco que me ha llamado la atención por su sencillez, por la velocidad de los versos, por su melancolía, por su manera de hablar de las ciudades europeas haciéndolas formar parte de su estado de ánimo. Su nombre es Nâzim Hikmet (1901-1963). No es bueno traducir partiendo de otra traducción (en este caso sería turco-> italiano-> español), ni siquiera si el primer traductor era de excelente para arriba. Pero es lo que hay. Confieso que me he dejado llevar un poco por amor al poema, así que no será una traducción perfecta sino una traducción dictada desde mi todavía pequeño universo de palabras en expansión diaria.
Durante todo el viaje la nostalgia no se ha apartado de mí
no es que fuera como mi sombra
se quedaba a mi lado también en la oscuridad
no es que fuera como mis manos o mis pies
durmiendo se pierden las manos y los pies
y yo no perdía la nostalgia ni durmiendo
durante todo el viaje la nostalgia no se ha apartado de mí
no es que fuera hambre o sed o deseo
de aire fresco en el calor o de calor en la helada
era algo incapaz de saciarse
no era felicidad ni tristeza no se ataba
a las ciudades a las nubes a las canciones a los recuerdos
estaba dentro y fuera de mí
durante todo el viaje la nostalgia no se ha apartado de mí
y del viaje me queda solo esa nostalgia.
(Nâzim Hikmet. Varsovia, 1960)
martes, 18 de enero de 2011
Antón Chéjov
"El que nada quiere, nada espera y nada teme, no puede ser artista."
En una carta a Alexéi Suvorin (1892)
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