Cada vez que leo los poemas de Hernández me cuentan una historia diferente. Y siempre es una historia que contiene tristeza y alegría casi en partes iguales; tristeza y alegría en la garganta y en la pluma del poeta, encarnadas en palabras que te hace sentir como propias cuando habla de la vida y de la muerte.
No sé por qué no me separó bien las estrofas: dos de de cuatro versos y dos de ocho ¬¬
ResponderEliminarMe quedo con la imagen de Klimt. No tengo nada contra Hernández, pero lo mío no son los versos.
ResponderEliminarGrande Klimt ^^ Ya iré poniendo más cuadros suyos (con poemas, pero tú sáltate esa parte xD)
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