viernes, 4 de marzo de 2011

Al otro lado del mar

"Ancla de salvación" era su nuevo nombre, palabras nuevas para una boca sedienta, tierra entre los dedos, tierra seca que arrastraba el viento en su isla desierta. Las flores que quiso plantar eran de amor y libertad, no solo palabras. Eran brazos fuertes para olvidar los besos de un marinero. 
Un barco amarrado en el puerto del recuerdo escondía nuevas preguntas. Un corazón volvía a latir, el suyo, renacía. Sin embargo después se convirtió en piedra, ola en el acantilado, ancla y naufragio a la vez. Perfil egeo, versos y besos olvidados, un barco a la deriva.
"No hay nada malo en esto". Pero no se podía encender un fuego con viejas brasas. No importaba que Penélope tejiera o viajara al otro lado del mar en un barco de papel, porque triste se iría el marinero con un último beso, dejando tras de sí el final de la tormenta y un pétalo de tristeza flotando entre los dedos de Céfiro... 

2 comentarios:

  1. lo has escrito tu? o es un fragmento de algun relato de mitologia??

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  2. sí, lo escribí yo. es algo un poco viejo ya, pero le tengo cariño ^^

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